martes, febrero 1

El Jugador, de Dostoievski

Esta novela me ha gustado mucho. No es sólo la historia de un joven adicto a la ruleta y a los juegos de azar. A mí sobre todo me ha divertido mucho  las reacciones de algunos personajes  secundarios. Por ejemplo, la descripción de la abuela es desternillante y muy natural. Dostoievski destaca por captar muy bien  la psicología de los personajes.

Javi León
Dostoievski escribió El Jugador gracias a que él mismo perdió sus bienes en el casino de Weisbaden. Entonces le pidió a su editor un adelanto con que pagar el hotel, una vela, tinta y papel. Urgido por este compromiso, dictó a una taquígrafa (que se convertirá en su segunda esposa) en pocos días esta novela. Es la historia de un jugador que pierde todo, incluso el amor. Corren dos reflexiones paralelas, una referida al azar y otra al amor. Ambas exponen la facilidad con que el hombre se descarría, la facilidad con que se pierde el camino de la vida fácil durante el proceso de la formación de la personalidad. El hombre tiene debilidad para perder el camino de la felicidad. Los personajes que aparecen en El Jugador son grotescos, brutales; perdedores víctimas de sus pasiones, en los que se traduce el horror que le inspira al autor el mundo que rodea al juego, vicio en el que él mismo pierde varias veces su fortuna.

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